Nuestra base de datos se ha incrementado con un conjunto de datos muy especial: porque engloba todos los datos de las víctimas mortales de una comunidad autónoma: La Rioja, gracias a la generosidad de Jesús Vicente Aguirre, que ha contribuido a hacer crecer el proyecto con los datos estructurados de su investigación en tres volúmenes, que inició con el nombre Aquí nunca pasó nada. La Rioja, 1936 (Editorial Ochoa, Logroño). En más de mil páginas aparecen las historias, pueblo a pueblo, con nombres, fichas, documentos y, cuando es posible, fotografías, de los dos mil asesinados en La Rioja, sobre todo entre los meses de julio y diciembre de 1936. Está basada en una extensa documentación de archivos y testimonios orales. Su estudio tiene una importancia fundamental porque La Rioja no fue zona de guerra: cayó en manos de los militares sublevados horas después del golpe de estado del 18 de julio de 1936.
Se trata de personas nacidas o residentes en La Rioja asesinadas allí y también muertos en los frentes de batalla, «la absoluta mayoría de ellos en las filas del ejército nacional [nota: el ejército de los militares sublevados] que es el que les tocaba (en su mayor parte simplemente por su lugar de residencia, algunos por convicción derechista, y otros para librarse de un destino ya señalado por su militancia republicana o de izquierdas)», en palabras de Jesús Vicente Aguirre. También están quienes murieron en la retaguardia republicana, naturalmente en otras zonas, o los deportados a campos nazis.
Detrás de cada dato hay una persona y una familia. Eso lo recordamos siempre. Y también recordamos el contraste entre el relato oficial del franquismo y la realidad. La foto que ilustra este artículo muestra una escena de una fiesta militar en Logroño el 2 de octubre de 1938, con motivo de la entrega de condecoraciones por Franco a las tropas legionarias italianas que, junto a los efectivos alemanes, tanto contribuyeron al triunfo del golpe de estado que provocó el inicio de la Guerra Civil. Mientras Carmencita Franco condecoraba una bandera, en octubre de 1938 solo en La Rioja habían muerto ya 1.966 personas, la mayoría víctimas de una feroz represión. Recordemos que allí no hubo muchos enfrentamientos ya que las tropas del general Mola entraron en Logroño el 19 de julio de 1936.
El análisis de los datos revela que las mujeres muertas fueron 43, un escaso porcentaje (2%) del total. El 96% de las víctimas eran residentes en La Rioja; solo 82 personas residían en otras provincias: 56 de ellos en Navarra y 16 en Burgos. En el 30% de los casos consta el municipio de nacimiento. Aunque la mayoría de víctimas había nacido en La Rioja, de 175 personas se sabe que residían allí habiendo nacido en otras provincias: 62 en Castilla y León, 33 en País Vasco y, por ejemplo, 5 en Catalunya:
Respecto a los lugares de muerte de las 2006 personas nacidas o residentes en La Rioja, Innovation and Human Rights los hemos agrupado por municipios. 394 personas constan como arrojadas a la fosa común de La Barranca, convertida en Cementerio Civil en 1979. Se encuentra en el municipio de Lardero, siete kilómetros al sur de Logroño, adonde se paseaba a los represaliados «a partir del mes de septiembre de 1936 –según Aguirre–, porque ya no había sitio en el cementerio de Logroño». En otros municipios se conoce la existencia de fosas, como en Logroño (La Grajera), Calahorra (Cuesta de la Gata) y Villafranca Montes de Oca (La Pedraja), entre muchos otros. De los datos trabajados, para 108 personas no constaba el lugar de la muerte y, en 164 casos, no ha sido posible determinar el municipio por tratarse de un área más amplia.
La investigación de Jesús Vicente Aguirre detalla también los nombres de los 21 riojanos miembros del llamado Tercio Sanjurjo asesinados en Zaragoza y los seis que murieron a consecuencia de la fuga del Fuerte de San Cristóbal en Pamplona, protagonizada por 795 prisioneros en 1938. En el transcurso de la fuga, «207 hombres fueron asesinados por fuerzas militares, falangistas, requetés y paisanos, vecinos de los pueblos de los alrededores, que salieron al monte con sus escopetas y sus perros como si fuesen a una partida de caza», en palabras del investigador Koldo Pla. El año pasado se localizó la fosa común donde fueron arrojados.
Este curso 2018-2019 ha sido especial para la asociación sin ánimo de lucro Innovación y Derechos Humanos. Hemos celebrado dos años y medio de existencia, desde el 10 de diciembre de 2016. Elegimos constituirnos entonces por ser el Día Internacional de los Derechos Humanos. Poco antes de nuestro primer aniversario, en noviembre de 2017, publicamos online la base de datos centralizada de víctimas de la Guerra Civil y el franquismo con más de 200.000 registros referenciados a archivos e investigaciones históricas. Aquí podéis ver el video de la presentación en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB). Durante nuestro segundo año, hemos superado con creces el objetivo de doblar el número de registros: Ahora contamos ya con más de 700.000 registros.
En la base de datos se puede buscar por nombre y apellidos y desde cada resultado se accede a la descripción del conjunto de datos del que hemos obtenido la información y a la autoría de la investigación, que puede tratarse de un archivo o de un libro, artículo, tesis… Pronto incorporaremos nuevos conjuntos de datos.
Fotografía: Fiesta militar con motivo de la entrega de condecoraciones por Franco a las tropas legionarias italianas. Carmencita Franco condecorando una bandera. Fuente: Biblioteca Digital Hispánica. Biblioteca Nacional de España